Una vez más, nuestro Comedor 421 se vistió de fiesta y recibió a la comunidad migrante para compartir la celebración de nuestras Fiestas Patrias. Cueca, empanadas y fraternidad en el corazón del Barrio Puerto.
Banderas chilenas y banderas haitianas haciendo fraterna comunidad. Ese fue el panorama que ayer viernes 14 de septiembre se tomó nuestro Comedor 421, ubicado a un costado de la Parroquia La Matriz, y en el que compartimos con nuestra comunidad migrante la celebración de Fiestas Patrias.
La Corporación La Matriz, a través de sus profesores de español, fueron quienes organizaron este «18» multicultural con el fin de seguir integrando y empapando a los haitianos de las costumbres criollas. El docente Andrés Jiménez, que junto a la profesora Dora Segovia enseñan el idioma a los extranjeros, comentó a La Estrella de Valparaíso que la idea surgió «de una cuestión bien solidaria, donde los chiquillos que están aquí ayudándonos (voluntarios) ahora están todos motivados por generar un lindo momento nada más».
Por su parte, Dora Segovia, señaló al matutino porteño que «es una celebración de Chile, pero también es de toda Latinoamérica, porque se vivieron procesos similares con otros países».
Una instancia similar a lo que ocurrió anoche se vivió para la reciente celebración del Día de La Bandera de Haití, que se conmemora cada 18 de mayo. En ese momento, los inmigrantes prepararon comidas 
típicas de su país para compartir con los chilenos que son parte de la corporación La Matriz. «Ahora fue como una devuelta de mano de nosotros a la dedicación que tuvieron ellos entonces(…) ojalá que este espacio para ellos sea de acogida», manifestó a La Estrella de Valparaíso el abogado Esteban Elórtegui, director ejecutivo de la corporación.
Entre cada degustación de empanada, anticucho, choripán y sorbo de bebida, la comunidad migrante dejó espacio para atreverse a dar uno que otro paso de cueca. Mientras piensa si tomar el pañuelo o no para empezar a zapatear, Jean Louis Jackson comenta que «encuentro que es difícil aprender a bailarla, pero voy a tratar después igual».
A un costado, la joven Jean Kercilia, sonríe intentando seguir con su mirada los pasos: «Me gusta mucho esta fiesta, nos sirve para compartir también con los chilenos», dice.
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