La iniciativa de «Arte Elegante» se la juega por la música urbana como motor para que los niños del Barrio Puerto y sus alrededores tengan libertad para expresarse.
Es sabido que uno de los desafíos de la música, en particular de los estilos urbanos, es el de tener un cariz social que se sitúe más cerca de la gente, sus vivencias, sus problemáticas y sus anhelos. Esto se redobla en el mundo y la cultura del hip hop, siendo el rap una de las máximas expresiones por sus continuas apologías a la vida de barrio y a la crítica social.
Atendiendo a esa razón, no es raro que la Corporación La Matriz quisiera ser un catalizador, abriendo el espacio para una vinculación de la gente del Barrio Puerto con este mundo de potentes líricas. La tarde de los viernes, la música urbana se toma los espacios de las dependencias ubicadas en la calle Santo Domingo, con un taller de hip hop realizado a un costado de la sempiterna parroquia de Valparaíso.
El encargado es nada más y nada menos que alguien que declara ser amigo de la institución y quien ha participado en instancias como Cevas y el programa Acciona. Y es que la historia de Roberto Herrera, «Arte Elegante« para los cultores del rap, tiene mucho que ver con el presente de los niños que viven en el corazón fundacional de la ciudad.
«Es una bonita chance para comunicarme y estar en sintonía con los niños del Barrio Puerto, que como sabemos, es un barrio un poco vulnerable. Entonces, la oportunidad es única para mostrar nuestro arte, la música que nosotros hacemos y que se relaciona con los barrios y con lo que se vive. Así, ellos en vez de guardarse las cosas, empiezan a contar lo que viven. Es un desahogo«, confiesa el artista, quien dicta sus talleres con más de 10 años de exitosa trayectoria y una dura historia de vida a cuestas. «Cuando era más chico, estuve en un Centro del Sename», confiesa, agregando que «desde ahí nació el sueño de volver a estos hogares. Viví un proceso al otro lado de la vereda, y volví con más fuerza para empezar a hacer Arte Elegante. Eso me llevó a ser conocido a nivel nacional y empecé a tratar de entrar a trabajar con los niños. Estuve más de ocho años tratando de hacer estos talleres. Me interesa la reinserción, así que por eso también hemos llevado esto a la Cárcel de Valparaíso, a las Municipalidades y ahora a La Matriz».
La primera clase del taller, que fue realizada el viernes 7 de septiembre, albergó a una decena de niños del sector, quienes pudieron interactuar con el destacado exponente del rap, quien también realiza instancias formativas con centros del Sename, y Gendarmería de Chile. Una instancia en la que, asegura, ha aprender de la vida cotidiana de quienes participan de su curso.
«La mayoría de los niños tiene familiares ligados a la calle y por eso, guardarse todo puede hacer mal. Esto es para expresar emociones y sentimientos y hasta ahora, ha sido una experiencia mágica, porque mostramos una técnica urbana que sin recursos hace mucha música», manifestó Herrera.
Un trabajo que, todos los viernes a partir de las 16:30 horas, pretende extenderse en el tiempo y trabajar «de a poco», según dice Roberto. La idea es sacar el mayor partido posible al entusiasta grupo de jóvenes que asiste al taller, ya que «se trata de buscar calidad por sobre cantidad, por el poco tiempo que tenemos».